Panel de debate sobre el rol del concejal
En el marco encuentro de cierre del curso para concejales y funcionarios municipales de la UCA, tuvimos la oportunidad de debatir ideas en torno al rol del concejal.
Prima facie surgieron muchas coincidencias, como la importancia del Concejo Deliberante como órgano fundamental para la democracia local, la necesidad de jerarquizar sus funciones, la formación permanente de sus integrantes y la de no atentar contra su financiamiento como el tope presupuestario que aún hoy rige en la Provincia de Buenos Aires.
Javier Varani, planteó que el Concejo deben de dejar de ser el “patito feo” de los municipios, para ello vale repasar la trascendencia de sus funciones como la de representar (opiniones del soberano) Legislar (para ello cuentan con el poder de iniciativa y sanción), y contralor (de legalidad, pero así también de oportunidad y conveniencia).
El Concejo (al que reivindica que debe seguir llamándose “Honorable”), debe ser el lugar de representación ante el poder de intereses diversos, el ámbito donde se exprese la pluralidad de una ciudad o el mosaico plural que refleje los distintos intereses, principios, ideas, ideologías y sueños del territorio local. Lo define como el principal órgano político de la ciudad, sin Concejo no hay democracia, dado que “por algo las dictaduras atacaron siempre a los cuerpos colegiados”.
Alberto Esteban, partió de la diferenciación de los dos departamentos de gobierno, poniendo al Concejo en el necesario rol de articulador de la actividad política. Planteó tener en cuenta el marco legal, que otorga amplias y significativas competencias, como por ejemplo en materia de convenios, en asignación de recursos o en materia de uso del suelo facultad trascendente del Concejo que tiene que ver con algo tan medular como la redistribución de la riqueza.
Se preguntó si el concejal tiene efectivo poder, y así lo tendrá siempre y cuando los concejales ejerzan plenamente el mandato, representen propuestas en pos de un plan de ciudad y que sean sensibles a las realidades locales, dado que el órgano es la caja de resonancia de la sociedad.
Héctor Salatino, recordó el significativo cambio de roles de los gobiernos municipales y de los concejos en particular, con nuevos temas y nuevas demandas de la gente. En éste sentido señala que el Concejo se está abriendo cada vez más a la sociedad a través de un conjunto de mecanismos de participación e información ciudadana como la Banca del vecino, las audiencias públicas, las sesiones abiertas, entre muchos otros; y que se debe avanzar mucho más en temas de difusión de las normas, a través de la extensión del boletín oficial o el digesto municipal. Remarcó que una de las funciones de los concejales es la de ser gestores políticos, enfatizando en el rol de servicio a los ciudadanos representados y la puesta en juego en esa función de un conjunto de valores trascendentes.
En líneas generales la mesa de panelistas coincidió en propugnar el fortalecimiento institucional de los concejos, jerarquizando el rol de concejal, la necesidad de nuevas y variadas herramientas entre las que se incluyen la capacitación permanente y mejoras en la comunicación y relación con los ciudadanos. También se insistió en el impulso de las postergadas reformas legislativas del marco legal de los municipios y la consagración de la autonomía municipal, una asignatura aún pendiente en el territorio bonaerense.
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En el marco encuentro de cierre del curso para concejales y funcionarios municipales de la UCA, tuvimos la oportunidad de debatir ideas en torno al rol del concejal.
Prima facie surgieron muchas coincidencias, como la importancia del Concejo Deliberante como órgano fundamental para la democracia local, la necesidad de jerarquizar sus funciones, la formación permanente de sus integrantes y la de no atentar contra su financiamiento como el tope presupuestario que aún hoy rige en la Provincia de Buenos Aires.
Javier Varani, planteó que el Concejo deben de dejar de ser el “patito feo” de los municipios, para ello vale repasar la trascendencia de sus funciones como la de representar (opiniones del soberano) Legislar (para ello cuentan con el poder de iniciativa y sanción), y contralor (de legalidad, pero así también de oportunidad y conveniencia).
El Concejo (al que reivindica que debe seguir llamándose “Honorable”), debe ser el lugar de representación ante el poder de intereses diversos, el ámbito donde se exprese la pluralidad de una ciudad o el mosaico plural que refleje los distintos intereses, principios, ideas, ideologías y sueños del territorio local. Lo define como el principal órgano político de la ciudad, sin Concejo no hay democracia, dado que “por algo las dictaduras atacaron siempre a los cuerpos colegiados”.
Alberto Esteban, partió de la diferenciación de los dos departamentos de gobierno, poniendo al Concejo en el necesario rol de articulador de la actividad política. Planteó tener en cuenta el marco legal, que otorga amplias y significativas competencias, como por ejemplo en materia de convenios, en asignación de recursos o en materia de uso del suelo facultad trascendente del Concejo que tiene que ver con algo tan medular como la redistribución de la riqueza.
Se preguntó si el concejal tiene efectivo poder, y así lo tendrá siempre y cuando los concejales ejerzan plenamente el mandato, representen propuestas en pos de un plan de ciudad y que sean sensibles a las realidades locales, dado que el órgano es la caja de resonancia de la sociedad.
Héctor Salatino, recordó el significativo cambio de roles de los gobiernos municipales y de los concejos en particular, con nuevos temas y nuevas demandas de la gente. En éste sentido señala que el Concejo se está abriendo cada vez más a la sociedad a través de un conjunto de mecanismos de participación e información ciudadana como la Banca del vecino, las audiencias públicas, las sesiones abiertas, entre muchos otros; y que se debe avanzar mucho más en temas de difusión de las normas, a través de la extensión del boletín oficial o el digesto municipal. Remarcó que una de las funciones de los concejales es la de ser gestores políticos, enfatizando en el rol de servicio a los ciudadanos representados y la puesta en juego en esa función de un conjunto de valores trascendentes.
En líneas generales la mesa de panelistas coincidió en propugnar el fortalecimiento institucional de los concejos, jerarquizando el rol de concejal, la necesidad de nuevas y variadas herramientas entre las que se incluyen la capacitación permanente y mejoras en la comunicación y relación con los ciudadanos. También se insistió en el impulso de las postergadas reformas legislativas del marco legal de los municipios y la consagración de la autonomía municipal, una asignatura aún pendiente en el territorio bonaerense.
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