jueves, 22 de mayo de 2008

Canarias - España

El concepto de participación ciudadana

OPINIÓN -03/05/2008
Manuel Fernández Sarmiento

¿De qué canales de participación nos han dotado nuestros gobernantes a los habitantes de nuestras islas para que podamos expresarnos y se tenga en cuenta nuestro parecer, que no sean las urnas cada cuatro años? ¿Por qué sólo tienen que ser los Ayuntamiento quienes se ocupan (los que lo hacen) de fomentar la participación ciudadana? ¿No tenemos nada que decir los habitantes de cada una de nuestras islas de cómo se gobiernan estas?
¿No tenemos sugerencias, ideas y/o proyectos que aportar a los diferentes gobiernos insulares, o sea de los cabildos?
¿Dónde podemos los vecinos de nuestras islas exponer nuestras quejas, nuestras sugerencias, nuestras críticas, de forma oficial, al gobierno de nuestra Comunidad, por un procedimiento cercano, rápido y efectivo, y que no sea, por supuesto, la web del ¡Hallo presidente! del gobierno autonómico, que ni siquiera contesta él?

Teóricamente debieran ser las asociaciones de vecinos y sus federaciones, las asociaciones culturales, de la tercera edad, de usuarios, de consumidores, deportivas, las entidades lúdicas, los clubes sociales, ecologistas, etc., en definitiva los entes sociales que conforman una sociedad estructurada democráticamente quienes debiéramos tener canales de participación para que, con la debida formación proporcionada a las mismas por el Gobierno, actuar como asesorías y órganos de consulta en las tareas de los diferentes gobiernos, sea local, insular como autonómico.

Estas asociaciones son las células que conforman el cuerpo de la sociedad, son la voz del pueblo, que tantas veces tiene que gritar para que los políticos nos oigan, pues no hay peor sordo que el que no quiere oír.El día 1 de enero de 2004 entró en vigor la Ley 57/2003 de medidas para la modernización del gobierno local: la llamada Ley de las Grandes Ciudades.

Uno de los requisitos para ser acreedores de los beneficios que reportarán esta Ley a las grandes ciudades que se acojan a la misma, es que redactará un Reglamento de Participación Ciudadana donde se establezca la forma en que puedan participar los vecinos y entes sociales con domicilio en el distrito.

Han sido las Juntas de Distrito, en los que se ha dividido la ciudad los que, teóricamente, han debido servir para que expresemos nuestra opinión los vecinos. Nada más lejos de la realidad, ese Reglamento se redactó por anteriores gobiernos municipales copiado del de la Capital, que a su vez lo copiaron del de Madrid, pero eliminando artículos que facilitaban la participación, de tal manera, que ha hecho casi imposible la participación ciudadana, estableciendo una cantidad de requisitos para participar, que, más que fomentar la participación ciudadana lo que ha hecho es desincentivar a cualquier ciudadano particular o ente que quiera colaborar desinteresadamente en lo económico, en las labores de administración de ese Distrito.

El actual Consistorio, y, concretamente la Concejalía de Participación Ciudadana, presidida por Marcos Monzón, conocedor del movimiento vecinal, no debe olvidar su origen, pues es aún presidente de la asociación de vecinos La Somada, de Lomo Blanco, debe imponerse la necesidad de vertebrar la sociedad de Telde, partiendo de las células asociativas más pequeñas de la misma como son las asociaciones de vecinos, usuarios y consumidores, las asociaciones de la tercera edad, de jóvenes, las deportivas, de ocio, etc.

Sabemos que ha comenzado a trabajar con ilusión, y que las arcas municipales no están boyantes como para hacer una labor que destaque en poco tiempo, sabemos que ha logrado el acercamiento y la mejora de la comunicación con los colectivos ciudadanos, la habilitación de la Oficina de Participación Ciudadana, la apertura en horario de tarde, etcétera, pero hay que seguir batallando para lograr el interés de los vecinos por sus propias asociaciones, que logre el respeto y la consideración de la ciudadanía para las Asociaciones de Vecinos, que se otorgue la suficiente entidad para que sean escuchados por los políticos, entes públicos y organismos oficiales, para que sus decisiones sean tomadas en cuenta.

La participación ciudadana no puede quedarse en un concepto vacuo, sólo de cara a la galería, sólo para cumplir con la Ley de Grandes Ciudades para hacerse acreedor de las ayudas oficiales que otorga este status.

La verdadera participación que queremos los vecinos de esta gran ciudad es la que expresó Odón Elorza, el alcalde de San Sebastián, en aquella “1ª Jornadas Internacionales de Participación Ciudadana y Desarrollo Social” que se celebró en el Auditorio Alfredo Kraus hace unos escasos meses.
Somos conscientes de que las Asociaciones de Vecinos no gozan del reconocimiento social de debieran, que algunas Directivas se han eternizado en el cargo y no han celebrado Juntas Generales para la renovación de las mismas, que algunas Directivas están politizadas, que es lo peor que le puede pasar a una Asociación de Vecinos, y que muchos de los miembros de las diferentes Directivas no tienen la formación cultural y de asociacionismo que requiere el cargo que ostenta, habiendo sido todos estos motivos, en unión al pasado desinterés municipal, el origen del desprestigio que padece el asociacionismo vecinal.

Uno de los deberes pendientes de la Concejalía de Participación es precisamente la formación de las nuevas y actuales directivas, mediante los cursos que sean necesarios, para que podamos cumplir con nuestra función con efectividad.

El Consistorio debe mirar a las asociaciones vecinales como sus principales colaboradores en la gestión de gobierno y administración de la ciudad, que trabajan de manera altruista para que nuestros vecinos tengan un mejor barrio, que cuenten con servicios acorde a sus necesidades, que tengan los equipamientos urbanos necesarios, que nuestras calles estén limpias y que tengamos la seguridad mínima requerida para que podamos pasear por nuestras calles sin encontrarnos con un problema, etc. etc. etc.

Por todo ello, instamos a la ciudadanía de Telde a colaborar con las Asociaciones de Vecinos, de Usuarios y Consumidores, con las Asociaciones de La Tercera edad, con las Deportivas, las Culturales, las Ecológicas, etc., participando activamente en ellas, agregándose a sus directivas, exigiendo que se celebren elecciones, presentando listas alternativas para que los que las dirijan sean los que el barrio quieran.

No considere Vd. que porque tiene unos estudios y quizás una carrera universitaria, que el movimiento vecinal es de jubilados, parados u ociosos. Trabajar por tu barrio, por tu comunidad, por tu Distrito, de una manera totalmente altruista tiene su compensación en la sonrisa del vecino al que le has resuelto el problema, en el agradecimiento de la familia a la que le conseguiste una ayuda, una pensión o un trabajo para el mantenedor de la misma; en el reconocimiento del barrio a tu labor por lograr, con tus escritos e insistencia, que el Ayuntamiento coloque los contenedores de recogida de basura clasificada en los sitios adecuados y donde y cuando te lo solicitan los vecinos, en avisar para que arreglen ese punto de luz fundido, por haber conseguido esos 20 metros que faltaban del alcantarillado, por haber conseguido que arreglen los baches, asfalten ese tramo de calle que faltaba, poner marquesinas en las paradas de las guaguas para que no se mojen nuestros mayores, nuestro s hijos cuando van al colegio, instituto o a la universidad, visitar de vez en cuando a esa vecina tan mayor que vive sola por si necesita algo, etc., etc., etc.,.

(*) Manuel Fernández Sarmiento es directivo de la Asociación de Vecinos Virgen Blanca, de Marzagán, y de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Usuarios y Consumidores El Real de Las Palmas y miembro de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Canarias (Cavecan).

Fuente: http://www.teldeactualidad.com


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