viernes, 14 de enero de 2011

Hacia la participación 2.0


Hacia la participación 2.0

Por Imanol Lasa Zeberio,
Director de Participación Ciudadana. Diputación de Gipuzkoa


La sociedad actual se enfrenta a un importante proceso de cambio en las formas de entender la participación social y política. Un proceso de cambio fundamentado básicamente en dos elementos: la demanda de una mayor participación que dé respuesta a la creciente desafección política de la ciudadanía, y la proliferación de herramientas y espacios de participación articulados en torno a las nuevas tecnologías. Partiendo de este escenario, las instituciones públicas y los cargos que las representamos, asumimos principalmente dos tipos de postura frente a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC's).

Por un lado, la que prioriza la visión 'tradicional' de la gestión y en la que las nuevas tecnologías se contemplan como una contribución a la eficiencia administrativa y de gobierno, primando los trámites online, las herramientas de carácter informativo y/o los esfuerzos por una mayor transparencia. Por otro la que, tomando como punto de partida la anterior, trata de avanzar hacia un gobierno relacional y el uso de las nuevas tecnologías para el desarrollo de un modelo de gobernanza que se base en la participación, en el debate y la deliberación. Un modelo que supera la concepción de la participación como una herramienta de carácter puramente informativo y trata de complementar los espacios presenciales con la creación de espacios 2.0. Desde nuestro punto de vista, la introducción de las TIC's en los procesos de participación no debe significar crear un nuevo tipo de participación, sino posibilitar más y mejor participación.

Resulta innegable que un número creciente de personas participa de forma continuada en los diferentes espacios web 2.0, fomentando un activismo 'virtual' de gran calado. Hasta la fecha, las instituciones públicas nos encontramos muy alejadas de estas tendencias que cada vez están más asentadas entre la ciudadanía. No podemos obviar, sin embargo, que este incremento de las posibilidades tecnológicas de participación coexiste con una creciente desafección hacia la política como indican algunos estudios que hemos llevado a cabo desde la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Esta aparente contradicción encuentra su justificación en el perfil del ciudadano que se incorpora de manera progresiva a estas nuevas formas de participar. Se trata de personas fundamentalmente jóvenes, usuarios habituales de internet, que les gusta lo inmediato y viven en comunidades y redes activas. Están interesados por la política, pero sobre todo por la 'otra' política, la que se encuentra en las redes. Una realidad emergente que convive en una sociedad en la que un importante porcentaje de la población no tiene acceso a internet y en la que el 30% de los usuarios del mismo no frecuenta las nuevas redes y webs 2.0. Y no las utiliza, por tanto, como herramientas de participación social y política.

Por esta razón, en la Oficina de Participación Ciudadana de la Diputación Foral de Gipuzkoa apostamos por procesos de participación ciudadana inclusivos, que incorporen de manera progresiva las tecnologías de la información y la comunicación. Y que las combinen con sesiones presenciales como modo óptimo de afrontar el reto de adaptarnos al cambio de paradigma que estamos viviendo en la forma de relacionarnos las Administraciones Públicas con la ciudadanía.

Plataformas que engloban un conjunto de aplicaciones de e-participación, herramientas de trabajo de presupuestos participativos, consultas a la ciudadanía, geolocalización, herramientas de información y comunicación, gestión de quejas y sugerencias, herramientas de carácter deliberativo (debates públicos sobre determinados temas) y aplicaciones que permiten el desarrollo comunitario y el refuerzo de redes sociales presenciales.

Son muchas y muy variadas las referencias existentes, a nivel internacional, en relación a instituciones públicas que han abordado este mismo reto. La Oficina de Participación Ciudadana de la Diputación Foral de Gipuzkoa asume como propio este desafío y trabaja en el desarrollo de una plataforma tecnológica que permita dar respuesta a las necesidades y objetivos que tenemos fijados como Gobierno a través de la Norma Foral de Participación.



Fuente: http://www.diariovasco.com/

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