Los ciudadanos también legislan
Miriam Lasso
El ciudadano que no tiene la potestad de presentar un proyecto de ley trata de hacer sus aportes mediante propuestas ante la Dirección Nacional para la Participación Ciudadana, pero en diez años de existencia, poco ha sido el avance.
Solo en los últimos tres años, unas 126 iniciativas han sido presentadas por diferentes sectores de la sociedad ante esa Dirección, quedando la gran mayoría en el olvido.
En el período 2009 -2010 se presentaron alrededor de 82 propuestas, y para lo que va del 2011 casi 44, de las cuales 13 han pasado a ser anteproyectos de ley, algunos de ellos no prohijados; otras 9 permanecen en Secretaría General, y únicamente 3 se presentaron como proyectos de ley que hasta el momento no han sido discutidos en el pleno de la Asamblea Nacional.
Esta oficina fue creada con el fin de establecer vínculos entre la labor legislativa y las demandas de algunos sectores de la sociedad civil.
Conocidos los resultados que se han registrado en los diez años, surge la interrogante de qué tan efectiva es la mediación que ejerce esta Dirección entre el Órgano Legislativo y los diferentes sectores de la sociedad.
Según informes publicados en la página web de la Asamblea Nacional, en los últimos nueve años, cerca de 260 propuestas se han presentado ante esta unidad, de las cuales solo 13 se han convertido en leyes de la República.
La Ley N.°37 del 3 de agosto de 2010 fue una de las primeras en aprobarse durante el gobierno del presidente Ricardo Martinelli, por medio de la cual se declara la rana dorada como símbolo ecológico y cultural y se estable el día 14 de agosto de cada año como Día de la Rana Dorada.
Para Mario Cruz Vergara, abogado del Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción, el proceso que se lleva dentro de la Unidad de Participación Ciudadana de La Asamblea es bueno si tomamos en cuenta la rápida acogida que se le brinda a cada una de las propuestas.
Tania Arosemena, del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá (CIAM), abogada proponente del anteproyecto sobre las Reformas al Código de Recursos Minerales, dijo que la gestión hecha por esta unidad es bastante positiva.
Sin embargo, señaló que es necesario “verificar si realmente existe la voluntad y respaldo por parte de los diputados para acoger la participación de los ciudadanos dentro de los procesos de creaciones de leyes.
Por otro lado, el abogado Miguel Antonio Bernal opinó que esta unidad solo funciona siempre y cuando los diputados tengan algún interés, de lo contrario, “las propuestas duermen el sueño de los justos”.
Para Bernal, esto es una evidencia del “divorcio que hay entre el Órgano Legislativo y la ciudadanía, como prueba de la antipatía de los diputados ante cualquier iniciativa ciudadana”.
Al respecto, el diputado Jorge Iván Arrocha, secretario de la Comisión de Gobierno, asegura que no hay diferencias entre una y otra propuesta y que dentro de esta comisión todas son discutidas y evaluadas por subcomisiones, y es el tiempo de que tome su evaluación, lo que determina el avance que tenga cada una.
En tanto, Marilyn Vallarino, presidenta de la Comisión de La Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia, sostiene que “para que haya una buena ley, debe haber un verdadero análisis de cada propuesta”.
Muchas de estas guardan estrecha relación y son discutidas de manera integral, lo que toma tiempo, señaló la diputada.
Vallarino pone también como ejemplo que los temas de violencia doméstica, menores embarazadas y pensión alimenticia, que son discutidos dentro de su comisión, necesitan amplias consultas, no solo con la población, sino también con aquellas entidades y autoridades que guarden relación con los mismos.
Añadió que “no podemos ser irresponsables de aprobar leyes sin antes hacer las evaluaciones pertinentes para garantizar que realmente aquellas propuestas tengan un verdadero significados en la sociedad”.
Fuente: http://www.padigital.com
Miriam Lasso
El ciudadano que no tiene la potestad de presentar un proyecto de ley trata de hacer sus aportes mediante propuestas ante la Dirección Nacional para la Participación Ciudadana, pero en diez años de existencia, poco ha sido el avance.
Solo en los últimos tres años, unas 126 iniciativas han sido presentadas por diferentes sectores de la sociedad ante esa Dirección, quedando la gran mayoría en el olvido.
En el período 2009 -2010 se presentaron alrededor de 82 propuestas, y para lo que va del 2011 casi 44, de las cuales 13 han pasado a ser anteproyectos de ley, algunos de ellos no prohijados; otras 9 permanecen en Secretaría General, y únicamente 3 se presentaron como proyectos de ley que hasta el momento no han sido discutidos en el pleno de la Asamblea Nacional.
Esta oficina fue creada con el fin de establecer vínculos entre la labor legislativa y las demandas de algunos sectores de la sociedad civil.
Conocidos los resultados que se han registrado en los diez años, surge la interrogante de qué tan efectiva es la mediación que ejerce esta Dirección entre el Órgano Legislativo y los diferentes sectores de la sociedad.
Según informes publicados en la página web de la Asamblea Nacional, en los últimos nueve años, cerca de 260 propuestas se han presentado ante esta unidad, de las cuales solo 13 se han convertido en leyes de la República.
La Ley N.°37 del 3 de agosto de 2010 fue una de las primeras en aprobarse durante el gobierno del presidente Ricardo Martinelli, por medio de la cual se declara la rana dorada como símbolo ecológico y cultural y se estable el día 14 de agosto de cada año como Día de la Rana Dorada.
Para Mario Cruz Vergara, abogado del Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción, el proceso que se lleva dentro de la Unidad de Participación Ciudadana de La Asamblea es bueno si tomamos en cuenta la rápida acogida que se le brinda a cada una de las propuestas.
Tania Arosemena, del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá (CIAM), abogada proponente del anteproyecto sobre las Reformas al Código de Recursos Minerales, dijo que la gestión hecha por esta unidad es bastante positiva.
Sin embargo, señaló que es necesario “verificar si realmente existe la voluntad y respaldo por parte de los diputados para acoger la participación de los ciudadanos dentro de los procesos de creaciones de leyes.
Por otro lado, el abogado Miguel Antonio Bernal opinó que esta unidad solo funciona siempre y cuando los diputados tengan algún interés, de lo contrario, “las propuestas duermen el sueño de los justos”.
Para Bernal, esto es una evidencia del “divorcio que hay entre el Órgano Legislativo y la ciudadanía, como prueba de la antipatía de los diputados ante cualquier iniciativa ciudadana”.
Al respecto, el diputado Jorge Iván Arrocha, secretario de la Comisión de Gobierno, asegura que no hay diferencias entre una y otra propuesta y que dentro de esta comisión todas son discutidas y evaluadas por subcomisiones, y es el tiempo de que tome su evaluación, lo que determina el avance que tenga cada una.
En tanto, Marilyn Vallarino, presidenta de la Comisión de La Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia, sostiene que “para que haya una buena ley, debe haber un verdadero análisis de cada propuesta”.
Muchas de estas guardan estrecha relación y son discutidas de manera integral, lo que toma tiempo, señaló la diputada.
Vallarino pone también como ejemplo que los temas de violencia doméstica, menores embarazadas y pensión alimenticia, que son discutidos dentro de su comisión, necesitan amplias consultas, no solo con la población, sino también con aquellas entidades y autoridades que guarden relación con los mismos.
Añadió que “no podemos ser irresponsables de aprobar leyes sin antes hacer las evaluaciones pertinentes para garantizar que realmente aquellas propuestas tengan un verdadero significados en la sociedad”.
Fuente: http://www.padigital.com
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