viernes, 20 de abril de 2012

Perú: revocatoria popular

Se enfría revocatoria de alcaldes y presidentes regionales del sur

Incierto. El primer requisito para sacar a una autoridad del cargo es conseguir el 25% de firmas. La mayoría de revocadores que compraron kits no consiguieron las adhesiones en Arequipa, Moquegua, Cusco y Puno. Solo en Tacna estarían cerca de la meta.




Redacción sur.
El proceso de revocatoria de autoridades se enfrió en las regiones del sur. A menos de 50 días para que acabe el plazo de entrega de los planillones con las firmas, la mayoría de revocadores no empezaron a recolectar rúbricas. Otros desaparecieron del espectro. Los pocos que lo hacen avanzan a paso de tortuga.

El 25 de mayo es la fecha límite para la entrega de firmas. Para forzar una consulta popular en donde la población decide si la autoridad cuestionada se queda o se va, se debe acreditar el 25% de rúbricas del total de la población. Si no cumplen con ese requisito serán excluidos de la consulta programada el 31 de setiembre. Aunque las firmas pueden usarse para un proceso posterior.

Dadas las circunstancias, todo apunta a que serán muy pocas las autoridades sometidas al proceso de remoción. Por ejemplo, la posibilidad de remover a Juan Manuel Guillén del sillón de la presidencia regional de Arequipa -a medida que pasa el tiempo- es más lejana. A casi siete semanas de haber iniciado la recolección de firmas, los promotores solo recolectaron cerca de 13 mil rúbricas. Eso equivale al 5% de las 223 mil 017 que se necesitan para someter a consulta a Guillén.

Víctor Quirita, promotor del proceso, reconoció que el trabajo no es sencillo. Acusó a Jaime de la Cruz, integrante del Frente de Defensa del Valle de Tambo, de haber tenido algún trato con Guillén. Por eso no buscó las adhesiones. “El nos prometió que juntaría dos mil firmas, pero hasta el momento no entrega nada”.
El alcalde de la Ciudad Blanca, Alfredo Zegarra, también puede dormir tranquilo. Nadie sabe del paradero de Roberto Fernández Patiño, ciudadano que compró el kit para revocarlo. Tampoco se sabe si ha empezado a reunir las firmas.

UNA PAYASADA
En Cusco, de los 96 ciudadanos que adquirieron un kit, tres recolectan las adhesiones para presentarlas a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Solo en los distritos de Maranura y Santa Ana de provincia de La Convención y Machupicchu de la provincia de Urubamba se instalaron módulos.
Los dos revocadores del presidente regional de Cusco, Jorge Acurio Tito, y el promotor de la remoción del alcalde cusqueño, Luis Florez García, no dan señales de vida. El caso de los revocadores de Acurio Tito es patético. César Ovalle, ciudadano del distrito de Echárate que adquirió el kit, desapareció del espectro. Nadie sabe de su paradero. Lo mismo ocurrió con Robert Rozas Rolando, el otro promotor.
El abogado Luís Alberto Ayquipa, promotor del proceso contra el alcalde Luis Florez, tampoco ha hecho evidente su trabajo. Tratamos de ubicarlos, no tuvimos éxito.
En Puno, la figura no varía. Los impulsores de la remoción del mandatario regional, Mauricio Rodríguez, luego de comprar el kit han desaparecido. Eso mismo se repite en el caso del alcalde de Puno, Luis Butrón. Ambas autoridades puneñas pueden respirar tranquilas. La remoción de Butrón es impulsada por Ana María López Condori. Ella fue expulsada como beneficiaria del vaso de leche del municipio de Puno por una serie de irregularidades.

En Moquegua, los revocadores del presidente regional, Martín Vizcarra Cornejo, han conseguido reunir 7 mil 723. Queda mucho trabajo para lograr la meta de 30 mil 494 firmas y así cumplir con el requisito para que se convoque a consulta popular. De la misma forma, los promotores de la remoción del alcalde de esa ciudad, Alberto Coayla Vilca, apenas han reunido mil de las 14 mil 248 que requieren. Todo indica que habrá revocatorias pero en jurisdicciones pequeñas.

CLAVES
El analista político, Jesús Manya Salas, opinó que la fiebre por las revocatorias bajó debido a que muchos compraron los kits solo para incomodar a las autoridades sabiendo que no conseguirán someterlos a consulta.
“Primero el kit se convirtió en un instrumento de presión política más que de revocatoria. Es como decir si no haces las cosas bien te fregamos y en Cusco habrá uno o dos casos solamente. Segundo el kit también es hoy un instrumento de revancha político-electoral”

Fuente: www.larepublica.pe

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