miércoles, 1 de agosto de 2012

Juventud por Bernardo Kliksberg

El contexto de la juventud en América Latina y el Caribe, interrogantes, búsquedas, perspectivas
Por Bernardo KliksbergExtracto de artículo del Director de Fondo España-PNUD



Con frecuencia sólo aparecen como una referencia marginal en medio de discursos o análisis más amplios, como una nota a pie de pagina, como una mención simpática. Merecen mucho más que eso. Los jóvenes latinoamericanos son cerca del 40% de la población de la región.  Pero no es sólo su peso cuantitativo, son el mayor agente de cambio potencial.
Tienen una más alta disposición que cualquier otro sector social a comprometerse con causas nobles, con ideales, con retos colectivos. Están casi expectantes de ser convocados para ello.  



Al mismo tiempo tienen una facilidad especial para ingresar en el cambio tecnológico acelerado que caracteriza el siglo. Han nacido en la nueva cultura de los ultra cambios, las revoluciones tecnológicas continuas, donde la computadora y el internet son partes de la forma de vivir. Tienen flexibilidad, plasticidad, ansias de participar en innovaciones.

Por otra parte la medida en que se les forme, el estimulo que se les proporcione para participar, los valores que reciban, los modelos de referencia que influyan en ellos, estarán conformando los ciudadanos que van a decidir con su actividad o pasividad la calidad de los sistemas democráticos latinoamericanos.


Sin embargo, se los toma como una etapa transitoria de la existencia, que no merecería mayores análisis diferenciados, ni políticas específicas.

Es un error que puede tener costos considerables. Han nacido en una América Latina concreta, las de los 80 y 90, inmersa en procesos históricos diferentes de los de décadas anteriores, y en un mundo que en las ultimas décadas ha sufrido transformaciones de enorme envergadura en lo político, lo económico, lo tecnológico, lo cultural, y lo social. Su vivencia histórica es por ende diferente de las de generaciones anteriores, e incide todos los días en sus dilemas, búsquedas,  y conductas.


La aceptación de su especificidad, de la necesidad de indagar que piensa, siente, y porque actúa como actúa esta juventud vista con frecuencia desde la desvalorización, y la alarma por su posible conflictividad, es una necesidad imperiosa para no seguir cometiendo errores en su abordaje, y construir caminos que permitan movilizar su inmenso potencial.



Así como debe evitarse perder la especificidad de la juventud, es necesario superar un segundo error de alta persistencia. Generalizar sobre ella. Es imprescindible juntar una mirada de conjunto sobre vivencias historias colectivas, con un análisis desagregado. En una América Latina como la de los últimos 25 años, en donde se han desarrollado esperanzadores procesos de democratización  pero al mismo tiempo gruesos sectores de la población se hallan por debajo de la línea de la pobreza, y las desigualdades históricas se han acentuado, hay distintos “circuitos de vida” juveniles.



Ilustrando lo que pueden significar las disparidades de la región  un reciente informe del PNUD (2004)  sobre México informa que  coexisten municipios con niveles de vida similares a los más avanzados del planeta, con otros donde predomina la extrema pobreza. Así la Delegación Benito Juárez en el Distrito Federal tiene un índice de desarrollo Humano comparable con el de Alemania, España o Italia, en cambio el municipio de Metlatonoc en el Estado de Guerrero tiene un índice inferior al de Guinea, Benin, y Tanzania. No es lo mismo para un joven nacer en uno u otro municipio. No es lo mismo vivir en una zona rural a hacerlo en un centro urbano.  No es lo mismo formar parte de una familia ubicada en el 20% de mas ingresos, a nacer en el 30% de ingresos inferiores. Es muy diferente integrar la clase media alta  a ser clase media en descenso “nuevo pobre”. Es distinto socioeconómicamente ser blanco, que negro o indígena. Incluso el género sigue importando de modo significativo. Un análisis realista debe indagar necesariamente estos diversos destinos de joven que dar lugar a vulnerabilidades, riesgos, y oportunidades muy diferentes, y a reacciones particulares en términos de estrategias de vida.



Partiendo de estas coordenadas el presente trabajo persigue aportar al debate necesario sobre los jóvenes latinoamericanos y su futuro al que ha convocado pioneramente la Fundación Kellogg, en su 75 aniversario, presentando elementos de juicio sobre algunos aspectos claves.   



En primer lugar se propone reconstruir ciertos aspectos del escenario económico y social  global de la región con alta incidencia sobre los jóvenes, marcando algunas de los impactos del mismo en su vida cotidiana. En segundo termino, procura poner a foco algunos de los cuadros problemáticos más agudos que se están generando. En tercer término encara ciertos mitos circulantes sobre los jóvenes que simplifican y distorsionan la percepción de la realidad, y traban la identificación de soluciones efectivas.  

Por  último se extraen conclusiones finales, y se señalan algunas de las políticas que podrían mejorar estructuralmente la situación.


El actual es un momento histórico muy indicado para renovar la discusión sobre la juventud y pasar de clichés a datos objetivos, y análisis en profundidad. En el terreno político hay un fuerte movimiento hacia la  democratización desde las bases de la sociedad civil,  que tendrá mucha más fuerza si logra obtener la participación masiva de los jóvenes. En el campo económico se ha creado una “ventana de oportunidad “ al reducirse significativamente las tasas de fecundidad de la región, y descender la presión demográfica. En lo social, la sociedad está poniendo en el centro de la agenda pública la necesidad de priorizar de una vez la lucha contra la pobreza y la desigualdad, que tienen entre sus víctimas preferidas a los jóvenes.



(*)  Asesor Principal de la Dirección Regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Director del Fondo España-PNUD. Kliksberg es pionero de nuevas ideas y modelos en la lucha contra la pobreza, la ética del desarrollo, la responsabilidad social empresarial, y otros campos del desarrollo.  Ha asesorado a más de 30 gobiernos y a los principales organismos internacionales. Es autor de 47 libros y numerosos trabajos, traducidos a múltiples idiomas.


http://www.fondoespanapnud.org/

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