miércoles, 25 de septiembre de 2013

Avilés - España


Participación ciudadana influyente, no influida

Argumentos para modificar el actual reglamento que regula las relaciones con los vecinos

La participación ciudadana tiene que interpretarse como el modo en que las personas de una comunidad toman parte en los asuntos públicos, al estar directa o indirectamente implicados y afectados. Tal y como se desprende de las reflexiones de Luis Aranguren Gonzalo, «nuestra participación no ha de ser sólo para construir un barrio mejor, sino que el hecho de participar alienta una puesta en común de experiencias, habilidades, actitudes preactivas, generación de cultura de equipo, comunicación... que en sí mismas ya gozan de un estatuto axiológico de envergadura: la participación es lugar de encuentro de vida buena y sociedad justa, las dos máximas aspiraciones éticas del ser humano».

En los tiempos actuales todos hemos de ver que la participación sí es una cuestión política, y más aún si cabe, habida cuenta de las «tiranteces» entre políticos y movimientos sociales. Por ello, es responsabilidad de los representantes políticos el cumplimiento del ideal de participación, planteándose como un proceso de toma de conciencia en el que diferentes actores sociales hacen frente a la realidad, determinando las pautas de reivindicación y de mejora y encargándose de llevar cuantos proyectos concreten el proceso en marcha.

Queda comprobado que el Reglamento de Participación Ciudadana fue aprobado en Pleno municipal en la sesión celebrada el 21 de diciembre de 2006, y modificado también en Pleno el 19 de julio de 2007. Es evidente que el lugar adecuado para modificarlo es el Pleno municipal del Ayuntamiento de Avilés, tal y como propone Foro Avilés. La democracia tiene un aspecto que aunque suele ser olvidado debe tenerse siempre presente: implica a todos y en todo momento. Y en el momento actual, Foro propone modificar en dos puntos concretos el referido Reglamento. Y lo hace ahora que está en las instituciones, de la misma forma que otros partidos lo hicieron en los años 2006 y 2007. Recordemos que este partido también representa a 9.000 avilesinos, que también son ciudadanos de pleno derecho.

Podemos ser aún más críticos con este asunto, ya que actualmente se trabaja exclusivamente con asociaciones y, en esencia, la participación no es sólo con éstas. Hoy día asistimos a un incremento notable en las relaciones entre los ayuntamientos y las asociaciones. Es más, en muchos casos se han llegado a establecer mecanismos de funcionamiento bilaterales mediante los cuales el gobierno local se reúne regularmente con los representantes de las correspondientes asociaciones para consensuar las actuaciones del programa municipal. Pensemos en una serie de reivindicaciones que una determinada asociación transmita al equipo de gobierno y que éste no las estime. ¿Cuál sería el siguiente paso a dar por dicha asociación? Obviamente, la visita a los concejales de la oposición. Por tanto, en aras de un ahorro de tiempo y un aumento de posibilidades, ¿no es más conveniente la interacción directa con todos los representantes políticos?

No debemos olvidar el riesgo (tristemente comprobado en esta ciudad), del estudio interesado por parte de las formaciones políticas del censo asociativo de la ciudad. Realmente es utópico que las asociaciones vecinales representen un volumen importante de la población, ya que no todos los habitantes de un determinado barrio se inscriben como miembros de la asociación de ese barrio. Es más, nada impide que un grupo de vecinos sean críticos y decidan formar su propia asociación. Es su derecho.

El riesgo está ahí, y más en la actualidad, donde se observa el crecimiento de la democracia corporativa, que podría fomentar el vasallaje asociacionista, que vulnera totalmente los derechos de los vecinos de un determinado barrio.

Foro sólo plantea dos modificaciones en la búsqueda de la igualdad y la equidad. No pretende minusvalorar el trabajo de las asociaciones en cuanto a sus aportaciones al Reglamento; quieren ausencia de políticos y Foro lo apoya, pero interviniendo ante la disposición del PSOE de ser los únicos interlocutores válidos. Es decir, o están presentes todos los grupos o ninguno.

La segunda propuesta de Foro es la eliminación del número tasado de asociaciones que pueden formar parte de los consejos de zona. Si lo que se pretende es conseguir la participación ciudadana plena, ¿por qué se limita a 20 el número de asociaciones con derecho a participar? ¿Es defendible el veto futuro a asociaciones aún no constituidas?

Sólo me gustaría recordar algo que siempre deberíamos tener presente: no hay políticos de primera o de segunda: no hay asociaciones de primera o de segunda; y lo más importante es que no podemos permitir que existan ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.

Fuente: La Nueva España http://www.lne.es

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